Todos sabemos que la madera es un material natural, y muy sensible. Es habitual que la madera resulte afectada por las plagas y por factores ambientales. Los roedores y diferentes insectos se concentran la estructura de la madera, y además deterioran su textura. La mayoría de las plagas dejan agujeros en las tablas, y la cabaña de madera (ver aquí las cabañas de madera) se viene abajo con el tiempo.
En cuanto al impacto de las condiciones climáticas, el mayor daño se produce a causa de la luz solar directa y por el exceso de humedad. El primer factor - la luz solar - deteriora el aspecto del exterior ya que puede causar grietas y provocar que el color natural de la madera se desvanezca. La humedad es el segundo factor, y es la responsable del moho, los hongos y la putrefacción. El agua puede penetrar profundamente en la madera, y ablandarla. Cuando se da este caso, no hay construcción que aguante sin derrumbarse en un corto período de tiempo. Por eso es tan necesario asegurar para un mantenimiento especial para su cabaña de madera.
Con un buen mantenimiento, la estructura de una cabaña de madera puede durar siglos. El tratamiento de la superficie, y las pinturas más avanzadas tecnológicamente, pueden prolongar su vida útil protegiéndola de las amenazas externas como la humedad, los hongos o los rayos ultravioleta. El tratamiento no solo conserva la madera, sino que además mejora el aspecto de la cabaña.
Para tratar su cabaña de madera de la manera correcta necesitará tiempo, paciencia y algunos conocimientos previos sobre los conceptos básicos. Obviamente, un producto conservante de buena calidad es esencial para lograr un buen resultado. Una vez elegido, hay que preparar la superficie antes de aplicarlo.
Es más fácil acondicionar una fachada de una cabaña de madera nueva que una antigua. En una fachada nueva solo hace falta quitarle el polvo, pero en una fachada vieja hay que retirar también la capa de pintura anterior. Además, es esencial comprobar que no haya moho u hongos en exceso, y en ese caso, hay que eliminarlos con un producto específico que se disemine de abajo hacia arriba (para evitar que queden partes sin cubrir tras el goteo). Después, hay que lavarlo con agua y dejarlo secar. Deberá aplicar la capa de acabado unos días después, o en el plazo de tres meses como máximo.
